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¿vale la Pena Saltar A la Próxima Generación de Consolas?

A sólo un mes de vivir el proceso de cambio desde nuestras actuales PlayStation 3 o Xbox 360 a sus sucesoras, muchos se preguntan si vale la pena el cambio. Mi opinión es que sí.
Fuente: Playadictos
A fines del año 2000, mientras todos hablaban del cambio de siglo, para los gamers el gran cambio era otro. Llegaba a nuestro país la sucesora de la maravillosa PlayStation y, con ella, una revolución visual en el salto desde los 32 bits de la ploma de Sony a los 128 bits de la nueva negra de la compañía japonesa. Recuerdo que, como fanático de los juegos de fútbol, mi primer título fue el nuevo Pro Evolution Soccer, que ya deslumbraba por su mejoría gráfica.
Seis años después, el salto gráfico fue igual de impresionante. En esa ocasión, saltaba de la magnífica PlayStation 2 a la nueva consola de Microsoft, la Xbox 360, que llegó como la primera de la nueva generación de consolas. Y recuerdo que no sólo deslumbraba desde el nuevo menú, más interactivo, sino que tras poner en ella el primer juego, en mi caso el fantástico Gears of War, la impresión fue igual de fuerte que con el traspaso de la anterior generación.
Por eso, con la ansiedad de estar a sólo un mes de vivir nuevamente este proceso, con la ventaja de que por primera vez será en paralelo con el resto del mundo, cabe analizar de antemano si, después de siete largos años… ¿será la misma sensación de cambio gráfico la que viviremos en noviembre? ¿Será la diferencia en potencia y jugabilidad tan alta como lo fue en sus generaciones precedentes? ¿Nos dejarán boquiabiertos otra vez los juegos “next gen”?
Puedo afirmar, casi con toda seguridad, que no. Que el salto gráfico no será tan fuerte, que las mecánicas jugables serán similares y que, en rigor, los cambios serán menores a los vividos en las precedentes generaciones. Más aún, pocos juegos le sacarán todo el partido que merecen a las nuevas consolas, pues ni Sony ni Microsoft presentan una grilla de salida con títulos que prometan deslumbrarnos tanto visualmente como en modos de juego.
Estoy seguro que títulos como Watch Dogs, Assassin’s Creed IV, Killzone: Shadow Fall o Dead Rising 3 serán hermosos gráficamente, entretenidos de jugar y venderán todos muy bien… pero tendremos que esperar algunos meses para comenzar a tener en nuestras manos aquellos títulos que realmente nos dejarán deslumbrados. Y me refiero a juegos como Destiny, Titanfall, The Order, The Division, The Crew, The Witcher 3 o lo nuevo de Metal Gear Solid.
Es el costo de salir en paralelo con el resto del mundo, algo a lo cual en Chile no estábamos acostumbrados. Acá solíamos recibir las consolas con varios meses de desfase, cuando ya había sobre la mesa un catálogo suficiente para llenar el gusto de la mayoría de los jugadores. Esta vez, sin embargo, tendremos que vivir el proceso desde cero, en una generación que promete tener un ciclo de vida de al menos seis años, tal como ocurrió con PS3 y Xbox 360.
¿COMPRAR O NO COMPRAR?
La gran pregunta, entonces: ¿Vale la pena comprar una PlayStation 4 o importar una Xbox One el primer día? Y mi respuesta es… de todas maneras. De partida, creo que la inversión de 350 mil pesos en una consola, más algún juego, es más que razonable considerando lo que cuesta cualquier smartphone hoy en día y cuyos ciclos de vida son mucho más cortos. Una inversión que se puede pagar en cuotas y con tarjeta, como hará la gran mayoría.
Y es que, a mi juicio, si bien muchos juegos saldrán en “combo” PS3-PS4 o Xbox 360-Xbox One, sin duda la diferencia gráfica se hará notar en la medida que más grande sea tu televisor. Y así como los jugadores de PC defienden la inversión en un “computador gamer” por el salto gráfico con respecto a las consolas, en este caso tomo ese mismo argumento para apuntar a que vale la pena la inversión, si es que te la puedes permitir claro, para saltar a la “next gen”.
Por lo demás, sobre todo en el caso de PlayStation, que será la primera en llegar al país de manera oficial, la apuesta incluirá la plataforma digital, con títulos como el terrorífico Outlast, que incluso será regalado como parte de la suscripción -obligatoria a mi juicio- al servicio PlayStation Plus. Te aseguro que, tanto en la consola de Sony como en la de Microsoft, si te decides a importarla, tendrás más juegos disponibles de los que alcanzarás a jugar.
¿Y si pretendes quedarte con PlayStation 3 o Xbox 360? A diferencia de generaciones pasadas, esta vez el recambio será aún más lento. Incluso juegos como Titanfall, que no saldrán sino hasta avanzado el 2014, tendrán una versión para 360. Y más de alguno que saltará a la “next gen” se guardará su actual consola sólo para disfrutar a títulos “exclusivos” de las plataformas actuales como Gran Turismo 6 o el esperadísimo Dark Souls 2.
LA FIDELIDAD DE SONY
En el caso de Sony, este año demostró que su apuesta por PlayStation 3 se mantiene intacta, pese al apremio de salir para PS4. Y es que, quienes le critican no haber tenido más títulos “rompedores” para el lanzamiento, olvidan que la firma japonesa este año prefirió seguir respaldando su consola y no “reservarse” títulos como hizo Microsoft, que ya hace varios meses dejó casi olvidado el apartado de los exclusivos, salvo por su último Gears of War.
¿Qué hubiera pasado, por ejemplo, si Sony lanzaba PS4 con God of War: Ascension, The Last of Us, Beyond: Two Souls y Gran Turismo 6 como exclusivos de su nueva consola? Era, sin duda, una alternativa y, seguramente, más de algún ejecutivo lo planteó. No obstante, que finalmente Sony no descuidara su producto en su último año corriendo solo le demuestra a sus fanáticos que tiene en la japonesa a una compañía fiel a sus productos y a sus usuarios.
Por lo mismo, quienes compren una PlayStation 4 pueden estar seguros de que estarán adquiriendo una máquina que les permitirá jugar a los grandes títulos de la generación que viene, incluyendo los exclusivos no anunciados de desarrolladores como Santa Monica, Media Molecule o, por supuesto, Naughty Dog. Se trata de una apuesta segura y así lo han entendido los cientos de miles que ya han reservado una consola para su día de lanzamiento.
EL COMPROMISO DE MICROSOFT
En cuanto a Microsoft, que sin duda arrancó con el pie izquierdo esta carrera, aparece algo mejor parado en cuanto a su grilla de largada, precisamente por lo comentado antes. Además, tuvo la capacidad de sobreponerse al mal arranque y la falta de orgullo que correspondía para echar pie atrás, dejar a un lado políticas anti consumidores y estar a un mes de sacar un producto muy atractivo, sobre todo, para quienes apuestan por los títulos multijugador.
La gran deuda de la compañía de Redmond ha pasado, sobre todo desde la salida de Kinect al mercado, por la publicación de títulos exclusivos propios -no comprados a terceros- que les muestren a sus usuarios un camino, una apuesta. Algo que Microsoft ha prometido revertir en esta nueva generación, afirmando que todos sus estudios están trabajando en nuevos juegos. Lo cierto es que esta vez no podrá regalar terreno y eso sólo beneficiará a los jugadores.
Las dudas pasan, otra vez, por… Kinect. Está claro que Microsoft desarrolló su consola pensando en la interactividad con su cámara, pero cambió el rumbo a la mitad. ¿Pero cuánto, considerando que el aparato vendrá junto a cada consola? Aquí tenemos una de dos. O bien le sacan el partido que corresponde a su máquina o tendremos una partida de caballo inglés, para caer en dos años nuevamente en exclusivos casuales. Crucemos los dedos por lo primero.
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